Los virus son parásitos obligados, lo que significa que no pueden realizar funciones vitales por sí mismos. Para replicarse y producir nuevas partículas virales, necesitan infectar una célula huésped y utilizar su maquinaria biológica. Sin la célula huésped, los virus son inactivos y no pueden llevar a cabo procesos como la replicación, el metabolismo o la producción de proteínas.
Este parasitismo obligatorio se debe a que los virus carecen de los mecanismos celulares necesarios para las funciones básicas de la vida. No tienen ribosomas para sintetizar proteínas, no tienen mitocondrias para obtener energía, ni máquinas de replicación propias. Por lo tanto, dependen completamente de la célula huésped para reproducirse, replicar su material genético y ensamblar nuevas partículas virales.
Universidad Juárez autónoma de Tabasco
División académica multidisciplinaria de Jalpa de Méndez